Mercado Vino

1. Felipe Rutini 1997. Estamos hablando de un vino ultra premium de Bodega La Rural, ubicada en Maipú (Mendoza), que ya tiene 15 años. Presenta uvas de tres viñedos diferentes, en esta proporción: Cabernet Sauvignon de Agrelo 50 por ciento, Merlot de Tupungato 30 por ciento y Malbec de La Consulta 20 por ciento. Pasó 24 meses en barrica de roble francés de primer uso, lo cual le brinda sus aromas a vainilla, tabaco, cuero, y cacao amargo. Es un lujo y está entre los mejores vinos argentinos.

2. Ícono 2005. Este es el vino más caro de la bodega Luigi Bosca y uno de los más exclusivos de toda la Argentina. Es un blend tinto (Malbec y Cabernet Sauvignon) con un potencial de guarda de 25 años, elaborado en Las Compuertas, Luján de Cuyo (Mendoza), a 1150 metros sobre el nivel del mar. Hay muy pocas botellas en todo el país y el que la consigue y puede pagarla, debe considerarse un afortunado.

3. Cobos Único 2007. Esta es una de las bodegas más caras de la Argentina. Este vino en un bivarietal elaborado con 63 por ciento de Cabernet Sauvignon y el 37 por ciento de Malbec. Tiene 20 meses en barricas de roble nuevo francés y las uvas son provenientes de Perdriel, en Luján de Cuyo (Mendoza). Es elaborado sin filtrar ni clarificar y se consigue solamente en lugares especializados.

4. Estiba Reservada Catena Zapata 2006. Es un corte de las variedades Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Petit Verdot y Malbec. Las mayoría de las uvas provienen de un antiguo viñedo ubicado en Agrelo (Mendoza), y los racimos fermentan en pequeños barriles de roble francés, donde permanecen estacionados por aproximadamente 24 meses. Es un vino de guarda, y se espera que alcance su mayor calidad a partir del décimo año desde la cosecha.

5. Última Hoja 2007. Este es un vino de la bodega Bressia y está firmado por el mismo propietario Walter Bressia. Es un Malbec de Luján de Cuyo, Mendoza, una edición limitada de lujo que apenas cuenta con 750 botellas. Tiene paso por barricas de roble y la crianza se cumple en una cava subterránea ubicada a seis metros de profundidad. Según el enólogo, “cada botella es única y por lo tanto se puede disfrutar del placer que ofrece la exclusividad y particularidad de cada cosecha”.

6. Vega Sicilia Valbuena 5º 2007. Se trata de un vino español, con denominación de origen de Ribera del Duero (al sur de la provincia de Burgos). Es un blend elaborado principalmente con uvas tempranillo y algo de Merlot y Cabernet Sauvignon. Es un vino de crianza que tiene bien ganada su reputación internacional.

7. Gernot Langes 2005, de bodegas Norton. Es el vino más caro de la bodega y está elaborado con uvas Malbec (80 por ciento), Cabernet Sauvignon (10 por ciento) y Cabernet Franc (10 por ciento). Se hizo con una cuidadosa selección de los mejores y más antiguos viñedos de la bodega y fue añejado en barricas nuevas de roble francés por 16 meses. Las botellas permanecieron en la cava 14 meses más. Sólo hay 4988 botellas disponibles, si es que todavía no se las tomaron.

8. Inspirado de Mauricio Lorca 2008. Este vino fue elaborado a partir de uvas plantadas en Vista Flores, Tunuyán (Valle de Uco, provincia de Mendoza). Se realiza con cosecha manual y tiene 16 meses de guarda en barricas nuevas de roble francés (85 por ciento) y americano (15 por ciento). Su producción es apenas de tres mil botellas.

9. Salentein Primus Merlot 2003. Este es un vino de Bodega Salentein, con uvas del Valle de Uco (Mendoza). Es una edición limitada que se elabora sólo en cosechas donde se obtienen vinos de calidad “excepcionalmente superior”. Tiene paso de 18 meses en barricas de roble francés de primer uso. Las vides tienen una edad promedio de 27 años y son de baja producción, para que la calidad sea extraordinaria.

10. Dedicado de Finca Flitchman 2009. Este blend de Cabernet Sauvignon, Malbec y Syrah  de viñedos de Barrancas y Tupungato (Mendoza), tiene año y medio en barrica de roble francés nueva en la bodega de Maipú y otro año en botella antes de salir al mercado. Se embotellaron 32.820 botellas de este caldo tan valioso, que sólo se produce cuando las cosechas son inmejorables.

Son experiencias de consumo y placer

Por ROBERTO COLMENAREJO (Sommelier – Docente)

Entiendo que a un consumidor de poder adquisitivo medio, o de poca atención hacia el mundo del vino, no le interese desembolsar un valor alto por uno de estos ejemplares, pero sé que para un enófilo apasionado no será problema pagar una suma grande por un producto tan particular. Quienes compran vinos de lujo están comprando “experiencias de consumo y placer”, y justificar la relación entre precio y calidad de una botella de vino es un tema bastante subjetivo, que da para largas y acaloradas discusiones. Si yo tuviera que decir por qué vale la pena probar un vino de precio alto es por los notables atributos de calidad que habitualmente nos ofrecen, como el destacado aspecto visual, intensidad y complejidad de aromas y sabores, buen balance general, equilibrio gustativo, potencial de guarda, etc. Muchas veces nos brinda también un plus de “exclusividad”, pues se suelen realizar en partidas muy limitadas. Finalmente, y como si fuera poco, los vinos caros tienden a valuarse con el paso del tiempo, así que inclusive son una buena forma de inversión. Adquirir uno es como comprar un reloj caro o un auto de lujo. Nadie que compre un reloj de varios miles de pesos lo compra solamente para saber la hora, ni quien se compra un auto lujoso lo quiere solo para transportarse ¿Verdad?.

Fuente: La Voz del Interior - 04/10/2012

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